4. DARIAH-Geobrowser

Para representar la dimensión espacial de las revistas culturales y la proveniencia de los participantes, también puede resultar interesante trabajar con datos geográficos. Es especialmente pertinente en el caso del área hispanohablante, que en la primera mitad del siglo XX se caracteriza por la profusión de contactos culturales transnacionales y las transferencias tanto interamericanas como transatlánticas, incluyendo el fenómeno del exilio. La infraestructura DARIAH ofrece para tal fin la herramienta Geo-Browser , que posibilita de una forma simple y eficiente visualizar informaciones espacio-temporales mediante mapas. En la máscara de entrada “Datasheet Editor” se pueden generar los datos o traspasarlos de una tabla Excel preestablecida, enriqueciéndolos después con coordinadas geoespaciales con la función de relleno automático (autofill) para representarlos finalmente en un mapa geográfico. Hay que tener cuidado con el relleno automático porque no todos los lugares se reconocen correctamente o de forma inequívoca. Pero los datos que falten después del relleno automático siempre pueden integrarse manualmente. En cuanto a los datos temporales (“time stamp”) hay que tener cuidado y respetar el formato exacto yyyy-mm-dd (es decir año-mes-día, p.ej. 2015-01-22), que no tiene que ser completo (también se acepta sólo el año o año y mes). Después de la configuración del mapa, la hoja de datos se puede volver a trabajar y generar tantas visualizaciones como se quiera.
El único inconveniente que molesta en esta herramienta es la dificultad de acceder a los datos una vez cerrada la aplicación. Cada cartografía recibe un código de identificación propio, pero el usuario no puede acceder directamente al mapa a través de él. Conviene, por lo tanto, copiar los URL de las visualizaciones en un documento y guardarlo para poder regresar posteriormente a los resultados obtenidos.
Para guardar un mapa y poder ir sobreponiendo otros más hay que guardarlos en el ordenador local en formato KML y abrirlos después en Geo-Browser. Como algunos datos se pierden en este paso, hemos comprobado que la mejor solución es guardar toda la hoja de datos localmente como documento CSV. Este documento se puede abrir después en Geobrowser mediante el menú desplegable “local CSV File”. Cargando varios documentos CSV se pueden integrar diferentes mapas en la visualización y, de este modo, compararlos.
Otra característica interesante de la herramienta es la línea cronológica con la que se puede representar el desarrollo temporal de los datos en imágenes animadas. Además, para el trasfondo de los mapas se pueden seleccionar cartas históricas de diferentes épocas.
Comparado con programas especializados usados por geógrafos, como QGis, por ejemplo, DARIAH Geo-Browser destaca por su facilidad de uso. Para utilizar QGis hay que tener un ordenador con un procesador muy potente, de lo contrario sólo se pueden importar al programa mapas básicos muy rudimentarios. Además, configurar mapas para realizar visualizaciones es muy complejo y ese esfuerzo no aporta necesariamente conocimientos aprovechables en el marco de un proyecto de Humanidades Digitales. Aunque Geobrowser no ofrece las posibilidades de configuración de un programa de cartografía profesional, resulta mucho más simple e intuitivo en su uso, lo que se debe seguramente al hecho de que se trata de una herramienta configurada directamente para las Humanidades Digitales. A pesar de los pequeños inconvenientes de Geobrowser, con este programa se pueden generar buenos resultados y mapas muy útiles para la mayoría de las posibles aplicaciones dentro de la investigación de revistas.