Letras. Mensuario de arte y literatura

Erscheinungsjahr: 
1928-1930
Kulturraum: 
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En la celebración de los dos años de existencia de Letras, el comité editorial escribió un artículo reflexivo sobre el desarrollo de la revista. En ese segundo aniversario, los redactores expresaron su satisfacción: "El tiempo dirá lo que debe quedar de estas páginas y lo que de ellas debe ser olvidado. Estamos ciertos, eso sí, de haber trabajado con honradez y amplitud de criterio por la cultura y la vida artística de nuestro país". En vísperas de la crisis mundial económica nació la revista Letras, "mensuario de arte y literatura". Se publicó por primera vez en mayo de 1928, logrando una recepción tan exitosa que se agotó rápidamente. El comité editorial estuvo al inicio conformado por Ángel Cruchaga Santa María, Salvador Reyes, Manuel Eduardo Hübner, Hernán del Solar y Luis Enrique Délano, quien se retiró en febrero de 1930, en el número 17 de la revista. Los editores de la revista fueron vinculados desde un principio al Imaginismo, a pesar de que éstos fueron contrarios a encasillarse como grupo. Su aspiración fue sencillamente generar, mediante esta publicación, un espacio de diálogo con sus contemporáneos sobre las diferentes opiniones acerca de las artes y la literatura. En esto último, primó el carácter de recepción de la literatura universal. Para ello se prepararon fragmentos de obras y artículos traducidos de autores extranjeros. Por otro lado se incentivó la valoración del arte y la literatura de la cultura indoamericana. Durante su existencia la revista tuvo muchos lectores, ganándose su lugar en el medio literario nacional. Letras fue un aporte para la cultura chilena y una publicación, en palabras de Andrés Sabella, "de esas que bien pueden vanagloriarse de ser realmente inolvidables". A partir de marzo de 1930, Letras cambió su imagen y aumentó sus páginas. Además, se incorporaron más colaboradores, entre éstos Lautaro Yankas, Raúl Silva Castro, Tomás Lago, quienes enriquecieron la discusión literaria. En su etapa final, en septiembre de 1930, se integró Rosamel del Valle en reemplazo de Hübner. En cuanto a los contenidos, se dio mayor importancia a la crítica de teatro, cine y plástica. Por otra parte, en cada lugar hubo contacto con corresponsales que enviaban sus artículos. Al cumplir dos años de la edición, los redactores señalaron "que no se había logrado hasta la fecha, en Chile, mantener durante tiempo tan dilatado una publicación de este género". La edición, no obstante, dejó de publicarse en diciembre de 1930.