Hanno Ehrlicher: Introducción

  • Posted on: 14 April 2014
  • By: nanette

El presente libro es el resultado de un proceso que se inició con un coloquio internacional celebrado en la cuidad de Augsburg (Alemania), a finales de junio de 2013. Pero este resultado al que se ha llegado, aunque no hubiera sido posible sin ese primer encuentro de especialistas sobre revistas culturales de lengua española, no tiene nada que ver con las clásicas actas que reproducen las ponencias originales. La diferencia que queremos resaltar no se debe a reestructuraciones internas o a la integración de aportaciones adicionales a las que se expusieron oralmente en su momento, sino a la forma doble en la que se presentan los textos: por una parte hay una versión —aparecida en la editorial Shaker, en 2014— en formato de libro convencional, que pretende facilitarle al lector el manejo de los textos, bien sea permitiéndole concentrarse en cada artículo como una unidad en sí, bien sea poniendo a su alcance el conjunto de todos ellos en forma secuencial, tal y como estamos acostumbrados a leer libros impresos desde la era Gutenberg. Por otra parte, también hay una edición web del libro —la presente— que intenta ‘conectar’ el lector, de una forma guidada e inteligente, con el conjunto híper-textual que constituye el  Internet o ‘la red’. Para lograr este propósito, los editores no sólo han añadido a los textos enlaces internos que permiten llegar directamente de las referencias abreviadas en el texto a la bibliografía final, sino que han introducido además enlaces externos a revistas digitalizadas y otras fuentes en línea. Además se han añadido a cada artículo enlaces adicionales que facilitan el acceso a materiales en línea relacionados directamente con la temática tratada. Así, ambas versiones se complementan y pueden ser consultadas paralelamente.

Esta edición desdoblada del libro es también, de alguna manera, nuestra respuesta a la situación actual del estudio de las revistas culturales, que, a mi entender, se encuentra marcada por la inflexión de las nuevas tecnologías, las cuales no sólo han cambiado la accesibilidad de los materiales culturales de la modernidad de los siglos XIX y XX, sino que también conllevan un cambio de la perspectiva que tenemos sobre estos materiales. Todo el primer apartado del libro refleja esta problemática y presenta diferentes posturas frente a la situación actual del traspaso mediático de los materiales. Pero antes de resumir las posiciones de los contribuyentes sobre este aspecto, me permito un breve esbozo personal del estado de la cuestión.

El estudio de revistas culturales – estado de la cuestión y posibles futuros de la investigación

Durante mucho tiempo, las revistas culturales apenas se han tenido en cuenta ni en los estudios de periodismo, que se dedican sobre todo a los periódicos y publicaciones de masa, ni en las filologías, que se han estado restringiendo tradicionalmente a grandes obras y sus autores. Hasta hace relativamente poco se las ha considerado simples ‘contenedores’ y depósitos de textos sin ningún valor en sí, pero en los últimos años este corpus ha ganado en importancia como objeto de estudio desde el punto de vista histórico-medial y cultural, pues en las revistas y magacines culturales no sólo se articularon los discursos de modernización de las élites intelectuales y artísticas, sino que también son testimonios elocuentes de los fundamentos materiales de la modernización acelerada que se puso en marcha a finales del burgués siglo XIX y que se sigue manteniendo hasta nuestros días; así pues, los magacines culturales y literarios no son depósitos vacíos, sino más bien almacenes —en el propio sentido etimológico de esta palabra (<árab. “mahzan”)— llenos de ‘mercancía’ de una gran relevancia cultural. En ellos se ha depositado tanto la historia de las ideas y de su comercio como sus condiciones materiales. En las revistas culturales se difundían bienes inmateriales de la modernidad, a través de ellas se formaron redes intelectuales que, más allá  del estricto campo artístico-literario, llegaron a anticipar nuevas “comunidades imaginarias” en un sentido político (Benedict Anderson), y en ellas, finalmente, se encuentran también huellas de las bases materiales de la modernidad, como son las nuevas tecnologías comunicativas y publicitarias, el creciente consumo o los cambios de la moda. Por lo tanto, existen muchas y muy buenas razones que explican por qué está aumentando el interés por las revistas y magacines culturales de la modernidad.

De hecho, el estudio de revistas culturales disfruta actualmente de un considerable auge. En el ámbito de la investigación en el mundo hispanohablante esto no sólo se manifiesta en la creciente producción de monografías y antologías sobre revistas[1], sino también en el esfuerzo para conseguir una reflexión metodológica. En este sentido, el artículo de Roxana Patiño sobre revistas literarias y culturales, aparecido en un volumen sobre Teoría literaria hoy y editado por José Amicola en 2008, resulta ser un síntoma muy claro de esta reciente revalorización. La autora distingue tres etapas o “momentos” en el estudio de las revistas en América Latina y creo que su análisis puede aplicarse, grosso modo, también al desarrollo de la investigación en Europa. Hasta los años 60, la revista habría permanecido en un estado de anciliaridad respecto a la literatura, es decir, relegada a un lugar secundario frente al canon compuesto por las grandes obras literarias en forma monográfica. El primer momento de inflexión se daría en los años 60, cuando se produce una politización de los estudios literarios, se cuestiona el canon establecido y se reconocen las revistas como medios eficaces de difusión de los “nuevos contenidos culturales y políticos” (Patiño, 145). Sin embargo, según Roxana Patiño, en esa época el nuevo interés por la revista siguió restringido al campo literario en un sentido estricto, esto es, separado metodológicamente del estudio de la cultura en su conjunto. A partir de los años 80, gracias a una reforma metodológica de las filologías que contribuye a la integración de estas en el nuevo paradigma de los estudios culturales, se habría producido un tercer momento en el estudio de las revistas, marcado por nuevos aportes de la teoría cultural y social como los de Raymond Williams y Pierre Bourdieu, y enfoques transdisciplinarios. Ahora, por consiguiente, a este panorama histórico ofrecido por Roxana Patiño propongo añadirle un cuarto momento que acaba de comenzar y del que, lógicamente, aún no se puede hacer un resumen, pues constituye un proceso actual abierto al futuro.

La nueva inflexión que separa el cuarto y actual momento de los tres anteriores se debe a la técnica. La rápida y creciente digitalización de revistas literarias y culturales de los últimos años —también en el ámbito hispanohablante[2]— constituye, a mi modo de ver, mucho más que una mera sustitución del soporte material de los textos, interesante sólo para los bibliotecarios y archiveros. El nuevo acceso a los materiales históricos y las posibilidades de búsqueda de información que van unidos a la digitalización inauguran también nuevos enfoques de la investigación, tal y como han observado muy acertadamente los editores de The Oxford Critical and Cultural History of Modernist Magazines, Peter Brooker y Andrew Thacker, y otros investigadores como Sean Latham y Robert Scholes —con miras sobre todo a la situación de la investigación en el mundo angloparlante—. Sean Latham, por ejemplo, afirma:

Las tecnologías digitales cambiarán de manera fundamental nuestra concepción de las revistas de principios del siglo veinte y su posición en nuestras prácticas críticas, pues quitan los obstáculos, a veces graves, que impone la materialidad de los textos impresos [...]. Los textos digitales superan estos obstáculos espaciales y temporales,  proveyendo a los investigadores de una tecnología muy apropiada para trabajar las pequeñas revistas culturales, capaz de abrir nuevas redes discursivas e históricas, y, al mismo tiempo, revelar las fisuras que las atraviesan (Latham 2004, 412–413).

Los tres volúmenes de The Oxford Critical and Cultural History of Modernist Magazines parecen, a primera vista, una buena prueba de este nuevo acercamiento a las revistas, ya que intentan abarcar el medio de la revista en su dimensión global: parten de Gran Bretaña e Irlanda, en el primer volumen, para llegar a América del Norte en el segundo, y terminar en Europa con el tercero y más reciente. Sin embargo, tienen sus limitaciones precisamente en un enfoque que parte de áreas culturales como si fueran entidades geopolíticas fijas y no espacios dinámicos marcados por la interacción constante que los transforma y redefinen permanentemente. Sin haberse dado mucha cuenta de ello, han reproducido una visión del mundo que corresponde a la del imperio británico: el globo queda dividido en un área transatlántica anglófona, por una parte, y una babélica diversidad lingüística europea, por otra, en la que aparecen ciertamente también revistas en lengua española, pero sólo del ámbito de la Península. Así pues, no se ignora sólo la existencia de revistas de la modernidad de toda la parte sur del continente americano, sino también la presencia de otras lenguas en el norte de América, sea en las partes francófonas de Canadá, sea en territorio estadounidense, donde se editaron revistas en lengua española ya desde los inicios de la modernidad literaria debido de la migración latina y ya antes del relativamente reciente fenómeno de la literatura chicana. Para pensar de una forma global y enfocar la revista como verdadera “world form”, tal y como lo hace Eric Bulson en una investigación esbozada ya en algunos artículos, no bastará un único idioma, sea éste el inglés, el chino o el español.

En este sentido, nuestro propósito al configurar este libro ha sido más modesto, pues lo hemos limitado de forma consciente a las revistas hispanohablantes de la modernidad. No obstante, lo que sí compartimos con Bulson es la opinión de que la revista literario-cultural constituye un medio privilegiado para entender los mecanismos de producción y difusión de la literatura mundial, a pesar de que en la mayoría de los estudios comparativos de literatura mundial —como el de Pascale Casanova o los de Franco Moretti, por ejemplo— no se haya tomado en cuenta. Cito a Bulson, quien, después de analizar el caso de dos revistas anglófonas africanas, concluye:

Efectivamente, es necesario continuar el trabajo archivístico que permite buscar y rescatar tantos magacines perdidos, y entender este medio de una forma más matizada dentro de las historias nacionales específicas. Pero, si queremos comprender cómo funcionaba la revista a escala global, entonces necesitamos establecer las formas de conexión transnacional que permitan la comunicación entre magacines de diferentes partes del mundo. Un enfoque comparativo ensancharía, naturalmente, el campo de los materiales con los que se puede trabajar. Asimismo, y esto es también muy importante, nos obligará a revisitar y, en muchos casos, a revisar algunos presupuestos críticos que nos habíamos formado sobre lo que es una revista, cómo funciona y hacia dónde se desplaza (y hacia dónde no) (Bulson, 284).

Así, la digitalización y las nuevas posibilidades de acceso a las revistas de la modernidad podrían inaugurar un enfoque más comparativo que trascienda los límites nacionales como compartimentos estancos para entender mejor la dimensión intercultural y los procesos de traslación que caracterizan la literatura, no sólo en la modernidad, pero sí especialmente en ella. Para el ámbito hispanohablante, esto abre también la posibilidad de enfocar mejor la dimensión intercultural de muchas revistas de la ‘pasada’ modernidad de los siglos XIX y XX. Por el momento no hemos hecho más que empezar a ver y comprender la dimensión de las redes intelectuales y sociales que se tejían entonces en las revistas de lengua española; a través de ellas se construían comunidades imaginarias que a veces coincidían con estrategias o proyectos geopolíticos en curso —como la construcción de una identidad latinoamericana continental o, al contrario la de una Hispanidad transatlántica— pero muchas otras también contradecían los discursos políticos que circulaban en la prensa diaria, donde las ideas son más veloces y, tal vez por eso mismo, adolecen de más fugacidad que en las revistas culturales.

Si uno de los principales propósitos del coloquio de Augsburg y de este libro fue el de reflejar los desafíos metodológicos de la investigación en la fase de la nueva digitalización de los soportes materiales, el otro fue, precisamente, el de reunir a especialistas de toda el área hispanohablante para empezar a establecer las bases de futuros estudios comparativos que exploren la dimensión cultural de las revistas del mundo hispanohablante más allá de las fronteras territoriales de los Estados políticos actuales. Ambas cuestiones se verán reflejadas a lo largo del conjunto de los textos que presentamos aquí, textos que sostienen múltiples diálogos entre sí y permiten realizar diversas lecturas. Como Julio Cortázar en su Rayuela, somos conscientes de la arbitrariedad y provisionalidad que supone cualquier intento de fijar en una forma determinada la dinámica semántica de una obra —siempre abierta—, pues cada lector interviene de nuevo en ella. Por eso mismo, cada uno tiene la libertad de ignorar los apartados que hemos configurado para estructurar este conjunto textual o de cruzarlos de forma transversal.

Sobre la composición de este libro

Como ya quedó dicho, el libro comienza con una primera sección —Leer y mirar las revistas: desafíos materiales, metodológicos y tecnológicos— que enfoca la problemática que conlleva la digitalización de las revistas culturales de la modernidad. En este apartado se presentan las posibilidades, pero también los límites que implican para la investigación los intentos bibliotecarios de traspasar las revistas al formato digital. Alejandra Torres insiste, en su artículo, en las condiciones materiales de la revista —en concreto de Mundial magazine—, condiciones éstas que la vinculan con un contexto histórico muy específico, inapreciable sin el contacto directo con la materialidad del soporte. Esta posición que podría parecer conservadora, por su insistencia en la relevancia del contexto original , abre nuevas vías para la investigación al resaltar la importancia que tiene la dimensión visual y al recalcar que el modo de “mirar” una revista no está menos determinado por las condiciones históricas específicas que el modo de leerla. Annick Louis, por su parte, intenta dinamizar precisamente este modo al proponer una pluralización de nociones básicas para el trabajo crítico como es la del ‘contexto’, el cual no se puede concebir como una unidad fija sino que hay que pensarlo en plural. Este artículo cierra con una reflexión sobre las diferentes formas actuales que el crítico tiene para acceder a una revista (a través del original, del reprint o ahora también de la reproducción digital), una reflexión, a su vez, que constituye el punto de partida del trabajo de Nanette Rißler-Pipka, quien ofrece un panorama crítico de los archivos digitales actuales escrutar tanto las posibilidades que éstos abren para la investigación como los obstáculos que habría que salvar en futuros proyectos para poder aprovechar mejor y de una forma más consciente las herramientas de las humanidades digitales actuales.

Las dos secciones siguientes enfocan áreas específicas del mundo hispanohablante. La primera se concentra en la región del Río de la Plata y está compuesta por cuatro artículos agrupados bajo el título de Prensa, revistas y modernidad en la cultura rioplatense de los siglos XIX y XX. Dado el hecho de que la investigación sobre revistas culturales en esta región ha resultado sumamente activa en los últimos años,[3] no es ningún azar que esta región ocupe un lugar tan destacado.  Las contribuciones se han ordenado cronológicamente, de tal modo que ofrecen, en su conjunto, una pequeña historia del proceso de modernización cultural (desde mediados del S. XIX hasta los años 80 del XX) y dan cuenta del destacado lugar que tuvieron en él las revistas y otras publicaciones periódicas. El artículo de Pablo Rocca se sitúa al inicio de ese proceso y nos habla de la primera gauchesca editada en formatos de la prensa temprana, como las hojas volantes y los folletines, una vertiente esta que se inscribe en la literatura popular. Paula Klein, por el contrario, nos muestra un ejemplo de prensa asociada a la literatura letrada. El contexto de su análisis es la fase posdictatorial argentina, cuando los jóvenes escritores agrupados en torno a la revista Babel propusieron no sólo nuevas formas de escritura literaria, sino también una política de la memoria alternativa. La tensión entre estas dos vertientes, la popular y la letrada, alcanzó una intensidad especial en la Argentina de los años veinte, debido a la migración y la integración de nuevos actores en el campo cultural. Geraldine Rogers estudia esta dinámica en publicaciones de periódicos populares en los que se establecieron también nuevas formas de autoría. Por otra parte y en el lado de la cultura letrada, Lucas Adur analiza cómo se hizo y se deshizo la ‘vanguardia católica’  a finales de los veinte, en la revista católica Crítica, y nos ofrece un caso (no estudiado hasta ahora) que, por raro que pueda parecer, no deja de ser muy sintomático de la peculiar situación del campo literario argentino por aquel entonces.

La tercera sección —Señas de identidad en las revistas de la vanguardia española— como ya se deduce de su título abandona el “lado de acá”, para citar de nuevo la Rayuela de Cortázar, y nos pasa al “lado de allá”, a la vieja Europa y, concretamente, a España. Este apartado abarca las dos fases de la vanguardia española. José María Barrera López se adentra en la fase formativa bajo el signo del Ultraísmo y recorre el vasto panorama de revistas. Javier Díez de Revenga se ocupa en su artículo dela segunda fase  guiado de la mano de Gerardo Diego, quien hace una construcción de la Generación del ’27 basándose en la participación de sus miembros en revistas poéticas, lo que para el propio Diego, incansable participante él mismo, era un signo de distinción y exclusividad.

Si la cuestión del rol que desempeña la revista como medio y lugar de sociabilidad ya estaba presente en la tercera sección mediante los conceptos de ‘identidad’ y de ‘generación’, en la cuarta parte, titulada La revista como espacio de sociabilidad: encuentros y desencuentros, este tema será nuclear. Alejandra Pita González comienza con reflexiones de índole teórica y propone nuevas herramientas conceptuales que toma de la sociología de Pierre Bourdieu, por una parte, y de la historia del Libro, por otra, para entender la relación dinámica que se da en las revistas entre los soportes, las prácticas y los espacios de sociabilidad. Con Cuadernos Americanos, Liliana Weinberg analiza un caso específico de la creación de una sociedad intelectual por el medio de la revista, concentrándose en la situación del exilio español en México y los problemas de integración que conllevaba. Si en este caso domina la voluntad de inclusión, el caso estudiado por Celina Manzoni se caracteriza por el desencuentro y el choque de culturas, o más bien de ideologías: hablamos de la famosa ‘polémica del Meridiano’ que se produjo en 1927 entre La Gaceta Literaria de Madrid y Martín Fierro de Buenos Aires, una polémica que fue observada y comentada en toda América Latina, y la revista de avance de la Habana analizaría con especial atención.

Con esto hemos llegado ya a la cuestión de las relaciones inter-culturales que se establecen a través de las revistas. Como ya quedó dicho, uno de los dos propósitos principales que teníamos al organizar el Coloquio era la exploración de la revista como lugar de construcción de redes intelectuales transnacionales y de intercambio de culturas. Y es esto, precisamente, lo que alcanza relevancia en el quinto y último apartado, titulado Diálogos y transferencias culturales.  Inmaculada Rodríguez Moranta demuestra la gran importancia que tuvieron esos intercambios en la época del Modernismo finisecular tomando como ejemplo la revista Renacimiento. Cruzando otra vez el atlántico, Andrea Pagni nos invita a observar, a través de sus análisis de la Revista de América de Buenos Aires y la Revista Nacional de Literatura y Ciencias Sociales de Montevideo, las estrategias de importación cultural y el papel que desempeñaron las traducciones en este proceso. Con Mechtild Albert volvemos a España y a La Gaceta Literaria cuyo rol en la polémica del meridiano ya hemos mencionado. Su artículo, que dialoga especialmente con el de Celina Manzoni, analiza las aspiraciones que tenía dicha publicación por constituir una vanguardia transnacional y detecta en esa empresa ‘miseria y esplendor’, por expresarlo con palabras de Ortega y Gasset. La revista fundada, y muy marcada, por este mismo intelectual, la Revista de Occidente, es el objeto de estudio del último artículo cuyo autor, Karl Antonius Lemke Duque, resalta tanto el carácter interdisciplinario de la publicación como su perfil transnacional, constitutivos ambos de su específico proyecto de modernización de la cultura.

Y con esto concluimos, no sin antes afirmar que “a su manera este libro es muchos libros, pero sobre todo es dos libros” (Cortázar, 7).

Bibliografía

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Brooker, Peter / Thacker, Andrew (eds.) (2009–2013): The Oxford Critical and Cultural History of Modernist Magazines. Oxford: Oxford U.P.

(Vol. 1: Britain and Ireland 1880-1955; Vol. 2: North America 1894–1960; Vols. 3.1 y 3.2: Europe 1880–1940).

Bulson, Eric (2012): “Little magazine, World Form”. En: Mark Wollaeger y Matt Eatough (eds.): The Oxford Handbook of Global Modernisms. Oxford: Oxford U.P., pp. 267–287.

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Latham, Sean / Scholes, Robert (2006): “The Rise of Periodical Studies”. En: PMLA 121:2, pp. 517–531.

Moretti, Franco (2000): “Conjectures on World Literature”. En: New Left Review 1, pp. 54–68.

Osuna, Rafael (2005): Revistas de la vanguardia española. Sevilla: Renacimiento.

— (2007): Hemeroteca literaria española (1924–1931). Sevilla: Renacimiento.

Patiño, Roxana (2008): “Revistas literarias y culturales“. En: José Amicola y José Luis de Diego (eds.): La teoría literaria hoy. Conceptos, enfoques, debates. La Plata, Buenos Aires, pp. 145–158.

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Ramos Ortega, Manuel J. / Barrera López, José María (eds.) (2005): Revistas literarias españolas del siglo XX. 3 vols. Madrid: Ollero y Ramos.

Schwartz, Jorge / Patiño, Roxana (eds.) (2004): Revistas literarias/ culturales latinoamericanas del siglo XX, Pittsburgh, Pa.: Inst. Internacional de Literatura Iberoamericana  (= Revista Iberoamericana LXX: 208–209).

Sosnowski, Saúl (ed.) (1999): La cultura de un siglo: América Latina en sus revistas. Madrid [y otros]: Alianza.



[1]    Para el ámbito cultural de América Latina, cf. Sosnowski 1999, Schwartz/ Patiño 2004, Poblete 2006, Elizalde 2007 y 2010, Crespo 2010, entre otros. Para el ámbito de España, cf. Celma Valero 1991, Ramos Ortega/ Barrera López 2005, Osuna 2005 y 2007, etc.

[2]    Basta con ver los grandes proyectos actuales en la Península Ibérica, como la Hemeroteca Digital de la Biblioteca Nacional de Madrid (http://www.bne.es/es/Catalogos/Hemero-tecaDigital), el Archivo de la Prensa histórica del Ministerio de Cultura (http://prensahis-torica.mcu.es) o el Portal de Revistas de la Edad de Plata realizado por la Residencia de Estudiantes (http://www.edaddeplata.org/revistas_edaddeplata/).  Algo más dispersa, por la variedad de países e instituciones implicados, resulta la situación en el conjunto de América Latina, donde existen más proyectos de digitalización, pero muchas veces de menor número de revistas. Piénsese, por poner algunos ejemplos, en el Centro de Documentación e Investigación de Culturas de Izquierda, en Buenos Aires (http://www.cedinci.org/), en la hemeroteca digital histórica de la Biblioteca Virtual Luis Ángel Aragó, en Colombia (http://www.banrepcultural.org/blaavirtual/hemeroteca-digital-historica/all), o en las revistas digitalizadas que se encuentran en el portal “memoria chilena”(http://www.memoriachilena.cl).

[3]     El reciente Primer Coloquio sobre publicaciones periódicas en Argentina celebrado en la Universidad Nacional de la Plata el 5 y 6 de diciembre de 2013 ha dado testimonio de esta efervescencia de la crítica.

Hanno Ehrlicher (Universidad de Augsburgo)